Vivimos inmersos en una etapa donde todos los cambios demográficos y sociales nos están llevando a un replanteamiento del sistema o modelo de atención sociosanitaria para las personas mayores y las personas con discapacidad, abandonando paulatinamente los sistemas tradicionales basados en los cuidados familiares y residenciales al uso, y avanzando hacia nuevos sistemas innovadores de combinación de muy diferentes factores, donde las personas están recuperando el protagonismo de su propio destino y la investigación está avanzando a muy diferentes niveles.
Esta idea se encuadra dentro de la filosofía de la “ atención centrada en la persona ”, donde en el eje y centro de la planificación del modelo de atención sociosanitaria se sitúa a la propia persona, teniendo en cuenta sus deseos y preferencias y contando con su participación en el proceso de toma de todas las decisiones que le atañen. El modelo de atención centrada en la persona exige cambios no solo organizativos y de servicios o programas, sino también en los roles profesionales y en los entornos físicos, donde se van a desarrollar todos los servicios y programas, y donde va a vivir esa persona.